Luego de pasar varias semanas luchando por tener mi visa de artista y poder llegar a los Latin Grammys, lo logré. Inmediatamente todo empezó a fluir: los amigos de Copa Airlines me dieron pasajes de ida y vuelta; los amigos de Guataca me consiguieron hospedaje en Las Vegas; mis amigos “los húngaros” (Alejandro Szylágyi y Diana Venjakob Aue) se ofrecieron a llevarme al aeropuerto y logré vender uno de mis instrumentos para poder afrontar...